jueves, 3 de mayo de 2012

Molinos en el camino # 1



La aventura no tiene límites ni juicio. Don quijote se embarcó repentinamente en una de ellas. Luego de devorarse todos y por completo aquellos fantásticos libros de caballería, se dispuso a partir sin rumbo andante por los alborotados campos de su imaginación.
Tomo su lanza, y dio al equino el nombre que le regalo su estampa:
-Rocinante serás y obedeció.
Montó y se le antojo, de acuerdo a su atropello, apuntar a un destino que lo mantuviera ocupado: Dulcinea, que dicho sea de paso en realidad, era su vecina.
Y salió nomás a dar batalla justiciera a cuanto cuerdo se encontrara por el llano.
400 años mas tarde, todavía continua latente la vigilia quijotesca para un puñado de excéntricos.  Deciden continuar el sueño milenario de atravesarse a si mismos, con la excusa de viajar en una especie de Rocinante rodante por el mundo. Sus lanzas un par de valijas, la armadura un montón de recuerdos y de yelmos una ideología clara: arte en movimiento.
Cuatro quijotes esta vez. El comienzo del relato es, como paradoja,  una gran despedida.  Suponemos que todos los alborotados en ese lugar de la Mancha, que hoy es el Club de teatro quisieron sentirse Sancho,  ensillando a los desorbitados hidalgos con ojos barnizados en lágrimas e incrédulos ante tal hombrada, empujando con palmaditas de espalda, abrazos todavía perdurables, conjeturas y pronósticos a mansalva de naturaleza barrial. El vaticinio fabuloso propiamente se hizo presente la noche despejada del  19 de abril alrededor  de las 20.30 horas cuando el ronroneo de Dulcinea advirtió a los ilusos que ya era hora de encarar el adoquinado y comenzar a contar- recién- el prólogo de la ficción.
Montaron. Imborrable imagen la de los cuatro quijotes yéndose a marcha pausada, parsimoniosa  y miles de sanchos como barrabravas extasiados quedando atrás uno a uno, desparramados en el empedrado de chacabuco y pinto.
Los cuatro quijotes ahora solos, cada uno en su asiento, ensimismados, con una alegría incontenible, con un intercambio de sensaciones que no se pueden explicar en palabras, pero si en el cruce de sus miradas. El desconcierto era notorio. La confusión sentimental se acrecentaba. El futuro perseguido se convertía en presente ilustrado. No había vuelta atrás. No cabía el arrepentimiento. Partir significaba dejar atrás. Pero el vuelo propio de la locura no tiene reparo en el tiempo, por eso la calma retornó al saber que el camino es para el que viene, pero también  pal que va. Ése fue el primer molino en el camino: la despedida.
Mas adelante, serán bienvenidos otros. Ahora los Quatro Quijotes marchan con la espada filosa del arte levantada en sus manos tratando de abrir algún que otro caminito en el agua.

10 comentarios:

  1. Chicos.. que bueno esto sigan cabalgando esto recién comienza ....sigan desparramando su arte los quiero besos

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  2. Un abrazo prolongadiiiiiiiiiiiisimo... que los alcance donde estén y les dure todo el trayecto!!!!!!!!!!!!!! vamos Quijotes!!! Los quiero muuuuuucho!!!!!!!!!!!

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  3. Que la aventura se deje descubrir a cada instante, que los aromas de las comidas, los oriente siempre al encuentro de una cocina amiga... que las alegrías de desconocidos, se transformen en abrazos fraternales, haciendo de ellos como la fricción a un autito de juguete... el éxito lo tienen... saludos de un desconocido,que se sentirá representado en vuestras andanzas venideras!!!!

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  4. Ocurrencia de Molinos...



    No existe viento a favor

    para el que desconoce su camino,

    para quien culpa al destino

    de su propio dolor.

    Porque cambiar es de adentro.



    No existe tal torbellino

    que traiga felicidad,

    o se lleve el sufrimiento,

    solo personas “molino”

    que hacen buen uso del viento

    ante la peor tempestad.

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    1. uhhhh!!! por que el anonimato!!? gracias de parte de los quatro quijotes

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  5. divino sueño estan cumpliendo quijotes loa amamosssssss , traten de no olvidarse mas cosas por el camino jajajjajja la iaia

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  6. Están haciendo como Hansel y Gretel con las miguitas de pan.

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  7. Malenita, sus papas y sus abuelas..6 de mayo de 2012, 13:51

    Vamos los quatroquijotes, queremos mas informacion y fotitos. Exitos grandes, estamos con ustedes en cada paso que dan...

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  8. Vayan Quijotes, que cada molino crea un viento que eleva, que lleva, y hay que dejarse llevar. Por eso deben estar livianos, no más que recuerdos de los buenos, que no pesan, sino que quitan peso. Muchas risas cerca del oído, y algún que otro beso en el sombrero; todo bien atado pa' que no se vuele hacia otro lado. Aquí se leen sus aventuras, no dejen de contarlas, que el arte en cada uno se transforma, y sus historias saldrán cuentos, canciones y pinturas.

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